En el segundo día de las VIII
Jornadas de Literatura y Cine de la Universidad de Málaga contamos, en primer
lugar, con la presentación de un muy esperado libro recién salido del horno, La recepción de la narrativa picaresca en la
serie televisiva «El pícaro» (Editorial Andavira), cuyo autor es Manuel
España Arjona, quien ha sido alumno y profesor de nuestra Facultad de Filosofía
y Letras. En este interesante volumen el autor se dedica a estudiar capítulo
por capítulo la serie creada por un especialista sui generis, Fernando Fernán-Gómez, la cual se estrenó en 1974, y a
rastrear en sus escenas las fuentes literarias del Siglo de Oro, que son
muchas, desde el propio Lazarillo al
extraño Caballero de la Tranca,
pasando por el Guzmán y, cómo no, el Marcos de Obregón, que fue el personaje
protagonista junto a su autor, Vicente Espinel, de nuestro miércoles de
literatura y cine.
La idea del libro, de hecho, venía
de bastantes años atrás, pues surgió durante el visionado de uno de sus
episodios en las clases del profesor Rafael Malpartida en el Máster en Gestión
del Patrimonio Literario y Lingüístico Español. En esta ocasión tuvimos el
placer de ver el séptimo capítulo de la serie televisiva, que emana
directamente, como ya adelantábamos, de los descansos II y III de la Vida del escudero Marcos de Obregón, en
el cual asistimos a las divertidas situaciones en las que nuestro pícaro,
encarnado por el propio Fernán-Gómez, se ve envuelto a causa del enredo amoroso
entre Mergelina, esposa del doctor Sagredo, y Alonsillo, un joven barbero amigo
suyo. Este pícaro, al igual que Marcos de Obregón, es de edad avanzada y por
ello narra desde la experiencia y se permite, incluso, aconsejar. La manera de
proceder de este personaje la definió muy bien, en términos biológicos, Manuel
España durante su intervención: es un fagocito, dado que devora una cantidad de
personajes literarios muy extensa y, con ello, crea algo absolutamente fresco y
sorprendente que consiguió cautivar al público español de la época. Igualmente,
configuró un arco narrativo muy cuidado hilvanando de una y otra madeja
literaria. Asimismo, dejaba el autor una pregunta sobre la mesa para nuestra
reflexión: ¿hay que aprender siempre viendo televisión o podemos permitirnos
simplemente abstraernos, disfrutar?
Tanto en el texto literario como en
el texto fílmico la música tiene gran importancia, y así se reflejó también en
nuestro encuentro puesto que los hermanos España Arjona, Manuel y Miguel, nos deleitaron con una
maravillosa interpretación a dos guitarras antes de la proyección y durante la
lectura del fragmento que logró hacer las delicias de todos los asistentes. De
otra parte, el momento musical sirvió también de homenaje a Espinel, quien
añadió, no lo olvidemos, la sexta cuerda a la guitarra.
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