lunes, 13 de marzo de 2017

Crónica de la tercera sesión de las VII Jornadas de Literatura y Cine

 SESIÓN 3 (9 DE MARZO): "MICRORRELATO Y CINE"
La séptima edición de las Jornadas de Literatura y Cine llegó a su fin con una sesión dedicada al microrrelato y el cine, en la que no mermó la asistencia de un público entregado que llenó más de la mitad del aforo del salón de actos María Zambrano. 
Para ello, en esta ocasión nos acompañó Ginés Cutillas, escritor, crítico literario, profesor de la Escuela de Escritores de Madrid y miembro del consejo de redacción de la revista Quimera. Como creador, cuenta con numerosos galardones vinculados al cuento y al microrrelato, entre los que podemos destacar el “Premio Internacional de Minicuento El Dinosaurio” (2007), el “Premio Feria del Libro de Granada” (2006) o su condición de finalista del “VII Premio Setenil” (2010) al mejor libro de cuentos publicado en nuestro país. Y de su faceta como teórico, es muy recomendable, según se destacó en la presentación, su reciente libro Lo bueno, si breve, etc. Decálogo práctico del microrrelato
En una primera parte de la sesión pudimos visualizar, a modo de reto o adivinanza, el cortometraje Notas falsas, basado en un microrrelato del propio Cutillas adaptado en Grecia, aunque de por sí el idioma no fue impedimento, pues no lo hay en el corto (solo un enigmático silbido). Tras los juicios del público sobre sus posibles interpretaciones, se redescubrió la importancia de la adaptación del guion con su respectivo cambio de código, trasvase en el que se rebasan los límites imitativos y se va más allá del mero traslado del texto al soporte audiovisual. Seguidamente, disfrutamos del booktrailer (con voz de Andrés Neuman) de Un koala en el armario, otro de los microrrelatos de nuestro conferenciante que da título a un volumen completo con el mismo nombre, y se volvió a interactuar con los asistentes, que intervinieron con entusiasmo para mostrar su opinión sobre qué representa realmente ese koala.
A continuación, Ginés Cutillas leyó diversos microrrelatos de una estupenda selección realizada por él mismo y explicó las características del género a partir del visionado de dos fragmentos fílmicos: uno de Malditos bastardos de Tarantino, cuyo excepcional manejo de la elipsis y mantenimiento de la tensión son indispensables para confrontarlo con las técnicas que usa un buen microrrelato; y otro de La noche americana de Truffaut, homenaje al propio cine, donde pudo aclararse también cómo el uso de la metaficción es frecuente en este género breve.
Esta sesión de clausura acabó con el agradecimiento de Rafael Malpartida Tirado, en nombre propio y en el de Manuel España Arjona, codirector de las Jornadas (y a quien felicitó por su reciente obtención del título de Doctor con su tesis sobre las adaptaciones televisivas de la picaresca española), a las entidades que junto al Máster en Gestión del Patrimonio Literario y Lingüístico Español han permitido la celebración de este evento: el Vicedecanato de Estudiantes, Orientación, Cultura y Comunicación de la Facultad de Filosofía y Letras, y el Dpto. de Filología Española, Italiana, Románica, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Málaga. Expresó también su gratitud a nuestros invitados de cada una de las sesiones, Isa Sánchez, Luis Bagué y Ginés Cutillas, que nos han instruido espléndidamente sobre múltiples cruces entre la literatura y el cine; al equipo de organización de las Jornadas, formado por María José Moreno, Marta García Villar "Totora", Paqui Castillo, Lucía Morillo, Rafael Herrera, José Manuel Herrera y Laura Carneros, y al que se han incorporado en esta edición Kris León, Rocío Alés y Javi Valverde, autor este último del cartel del evento; y, por supuesto, a los numerosos asistentes que han acudido al salón de actos estas tres tardes, a quienes dentro de un año, a primeros de marzo de 2018, si les apetece volver a reflexionar sobre las complejas relaciones entre la literatura y el cine, les recibiremos con mucho gusto y trabajaremos para que las proyecciones y textos sean de su interés.


Kris León y Rafael Herrera

jueves, 9 de marzo de 2017

Crónica de la segunda sesión de las VII Jornadas de Literatura y Cine

SESIÓN 2 (8 DE MARZO): "LA POESÍA DEL CINE"

     En un primaveral miércoles de marzo, el Aula de Grados María Zambrano abría de nuevo sus puertas por segundo día consecutivo, en esta ocasión, para dar paso a la poesía. Nos acompañaba Luis Bagué Quílez, un poeta que condensa su amor por la palabra y el cine a través de su trabajo como ensayista, crítico literario y profesor de la Universidad de Murcia.

    Su primer libro, Telón de sombras, se publicó en 2002 y obtuvo el premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España. Más tarde vinieron otros premios, tanto de poesía como de relatos e investigación, donde destacan el Premio Hiperión, el Premio Emilio Arcos o el Premio Internacional Gerardo Diego de Investigación Literaria. A él debemos además, en la línea de su intervención en las Jornadas, el libro de poesía cinéfila Babilonia, mon amour (2005), escrito junto a Joaquín Juan Penalva.


   "El cine suspende la cotidianidad", afirma Luis Bagué, lanzando el primer disparo de verdad poética. De este modo comenzábamos la primera parte de la charla, titulada "Última sesión", en el "Palacio del cinematógrafo", sentados en la fila 13, esperando, de la mano del magistral Pablo García Baena. Percibimos entonces cómo la poesía permite que se fusionen dos planos aparentemente irreconciliables, e incluso lleguen a confundirse: lo que sucede dentro y fuera de la pantalla, disminuyendo la barrera entre el poeta/espectador y el personaje/actor.


   También asistimos a la desaparición de algunos cines, sumiéndonos en el recuerdo de poetas como Felipe Benítez Reyes, Karmelo C. Iribarren o Virginia Cantó. Junto a su poesía, descubrimos que un poema puede escribirse sin llegar a evocar a ninguna película, actor o personaje concreto, sino que es el cine, en sí mismo, un decorado sobre el que vamos depositando parte de nuestra propia vida. Para dar imágenes al relato poético visualizamos películas míticas como Cinema Paradiso, Extraños en el paraíso o Annie Hall. Vemos besos de película, cines que cierran y que, a su vez, encierran las historias de aquellos que aman el cine y que alguna vez dejaron parte de propia historia de amor en una sala de cine.


   Las "Mitomanías" son las siguientes protagonistas, en torno a la poesía de Luis Alberto de Cuenca, Jorge Riechmann, Almudena Guzmán o Carlos Pardo. Con ellos, exploramos sonetos dedicados a Star Wars, rompimos los estereotipos junto a las manos de Susan Sarandon, nos lanzamos de cabeza a la piscina con Esther Williams o sumamos unos cuantos años de sabiduría con Terence Stamp. El visionado de algunos fragmentos de las películas a las que aluden nuestros poemas protagonistas –o su reflejo cinematográfico, aunque no se basen en ellas– va entrelazándose con la poesía.

   La música también tiene su hueco en la tercera parte de la sesión, titulada "Serie B", con La Unión y su "Hombre lobo en París". En la voz de Luis se inicia el desfile de balas de plata, Drácula, paisajes oníricos y tenebrosos, cazadores que buscan su presa y canciones de ultratumba. Todos ellos son los versos de Javier Egea, Raquel Llanseros, Jenaro Talens o Ana Merino. Lejos de mostrar poemas asépticos y alejados del sentimiento, nos situamos ante palabras que logran conectar con nuestros rincones más escondidos y silenciados, y que nos permiten exorcizar el miedo o el amor más allá de la muerte, e incluso, iluminar esa parte más oscura de nosotros mismos.


   A continuación, con la presencia de la Vicedecana de Cultura, Orientación y Estudiantes, Milagros León Vegas, que felicitó al equipo de organización de las Jornadas y puso de relieve el logro de haber alcanzado estas siete ediciones, procedimos a la entrega de los premios de nuestro I Certamen de Poesía sobre Cine, que ha tenido muy buena acogida y ha contado con tres galardonados: un segundo accésit ha sido para "En cartelera", de Alejandra Fernández Aranda; un primer accésit para "La cita", de María del Rocío León Padial; y como ganador "La escena imposible", de Pedro Jesús Plaza González.


   Como conclusión de la jornada de hoy, podemos recordar uno de los versos del propio Luis Bagué, perteneciente a su libro Página en construcción, donde afirma: "Mi oficio es la mirada,/ pasar a limpio el mundo/ y ordenar los fragmentos del paisaje". Gracias a esa mirada hemos conseguido crear un puente entre la poesía y la imagen cinematográfica, pasando a limpio un mundo caótico y borroso que parece adquirir mayor nitidez ante la pantalla o la página en blanco, o ante la escucha expectante de todos los que hemos estado presentes, un día más, en el Aula de Grados María Zambrano.

                                                                                                                               Crónica por Kris León
Organizan:



miércoles, 8 de marzo de 2017

Crónica de la primera sesión de las VII Jornadas de Literatura y Cine

SESIÓN 1 (7 DE MARZO): "DEL CUENTO AL CORTO"

No merecía menos el Séptimo Arte: unas VII Jornadas de Literatura y Cine que comienzan en un día 7. Como cada año, resurgen por estas fechas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA unos actos donde el cine y la literatura se dan cita para descubrir diferentes maneras de contar mundos de ficción que se entrelazan, se vierten y se prestan entre sí. Este año se le ha dado paso a las formas breves de uno y otro arte, de entre las cuales han inaugurado nuestra primera sesión el género del cuento y el del cortometraje.

Para ello hemos contado con dos textos literarios y sus respectivos fílmicos, que han sido presentados por el codirector de este evento, el profesor Rafael Malpartida, quien a su vez ha dado otra grata bienvenida a Isa Sánchez Castro, que ya nos visitó en las VI Jornadas. Esta autora malagueña ha sabido armonizar la escritura literaria, la creación de guiones y la dirección cinematográfica, y además debemos destacar su labor como profesora en la Escuela de Cinematografía y Audiovisual de la Comunidad de Madrid y sus premios en numerosos festivales de cine por trabajos como Cinema Parabicho  (2005), 321 días en Michigan (2014) o el presentado en este primer día, Supertivolino (2015).
 


Pero antes de adentrarnos en la obra de Isa Sánchez, el primero de los cuentos seleccionados ha sido uno de O’Henry (pseudónimo del genial cuentista William Sydney Porter, 1862-1910), “La última hoja”, llevado magistralmente a la pantalla bajo el formato del corto a partir del guion y la dirección de Julia Guillén Creagh con el título Sombras en el viento (Shadows in the Wind en el original, 2009). En su lectura ante el auditorio, una de nuestras colaboradoras, Kris León, ha materializado con su espléndida voz las palabras de este relato. Quizás para muchos de los asistentes ha sido una primera oportunidad para acercarse al universo literario de O’Henry, donde cada detalle conforma a fuego lento una narración que sorprende, que hipnotiza tanto por la sutileza de su anudamiento como por la rotura inesperada con la que se deshace el último nudo de la historia.

Pero no lo ha sido menos en el formato de la pantalla, pues su directora ha sabido captar la esencia de ese mundo de ficción, bohemio y dramático, impregnado del poder del Arte para amortiguar la vida, el amor y la muerte, en cuya búsqueda infinita de la inmortalidad de la obra, la más nimia e insospechada expresión puede convertirse en el simple salvoconducto de una esperanza. 



   Tras la lectura y el visionado, la tertulia se inició entre el público con intervenciones que aclararon aspectos tan diversos como la posible relación homosexual entre las protagonistas y la censura a la que, de hecho, como explicó el profesor Malpartida, estuvo sometido el relato en una primera adaptación (un capítulo de Cuatro páginas de la vida, de 1952), donde convirtieron en hermanas a las dos jóvenes para evitar suspicacias. Sin embargo, en el cortometraje de Julia Guillén no existió esa idea de filiación lésbica, al menos en su génesis compositiva, como se aclaró en el transcurso del coloquio.


    Arrebatados con el primer cuento y cortometraje, no decayó el ánimo cuando "Supertivolino" fue leído por su propia autora con el entusiasmo de quien conoce mejor que nadie la creación de su obra. Es un cuento donde cada detalle, cada imagen y cada comparación parecen haber acotado un trozo de realidad tan vívida que la historia no tiene fisura ninguna; como la noria de ese parque de atracciones al que alude el título, gira en un círculo que cierra perfectamente.


    La ilusión es el eje fundamental, esto es, el empuje de una promesa personal pese a lo absurdo, o la imposibilidad incluso, de su cumplimiento por alguna de las partes que se comprometen a verse al cabo de muchos años. El testimonio de la propia autora-guionista-directora ha puesto de manifiesto, tras ser preguntada por el público, que este núcleo argumental se ha trasvasado de un código a otro sin que pierda fuerza, lo cual demuestra, como se viene advirtiendo reiteradamente, que no hay supremacía de un arte sobre otro, sino que son simplemente lenguajes distintos para contar historias. 


    En ambos textos, bajo el pretexto del encuentro con una antigua amiga de infancia, la protagonista se lanza sin tapujos a cumplir la promesa que hizo por el simple hecho de hacerlo. Y la perspectiva desde donde está contada resulta crucial: en el cuento es un joven trabajador del camping quien narra la historia; en la pantalla es la relación madre-hija adolescente la que activa todos los resortes. Una pregunta, entonces, viene a la cabeza del público: ¿tuvo lugar finalmente el reencuentro con la amiga de juventud? No lo sabemos, pero tampoco nos aclara Isa Sánchez nada al respecto, pues a ella tampoco le interesaba plasmarlo, ya que solo quería mostrar cómo un fragmento de la vida cotidiana de una mujer que es ama de casa, esposa y madre (y feliz, ¿por qué no?, como subrayó la autora), se puede convertir en una historia con un rico "subtexto" que logra capturar la esencia de la vida no con toques heroicos, melancólicos o dramáticos, sino en su realidad más palpable.

En suma, ambos relatos y sus adaptaciones al corto comparten el valor de la autosugestión y la importancia de mantener viva la ilusión. Ilusión que, por otra parte, es la que mueve cada año la celebración de estas jornadas que acaban de arrancar con una excelente acogida por parte del numeroso público que acudió al Aula de Grados María Zambrano.

                                                                                                                    Crónica de Rafael Herrera 

Organizan: