jueves, 9 de marzo de 2017

Crónica de la segunda sesión de las VII Jornadas de Literatura y Cine

SESIÓN 2 (8 DE MARZO): "LA POESÍA DEL CINE"

     En un primaveral miércoles de marzo, el Aula de Grados María Zambrano abría de nuevo sus puertas por segundo día consecutivo, en esta ocasión, para dar paso a la poesía. Nos acompañaba Luis Bagué Quílez, un poeta que condensa su amor por la palabra y el cine a través de su trabajo como ensayista, crítico literario y profesor de la Universidad de Murcia.

    Su primer libro, Telón de sombras, se publicó en 2002 y obtuvo el premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España. Más tarde vinieron otros premios, tanto de poesía como de relatos e investigación, donde destacan el Premio Hiperión, el Premio Emilio Arcos o el Premio Internacional Gerardo Diego de Investigación Literaria. A él debemos además, en la línea de su intervención en las Jornadas, el libro de poesía cinéfila Babilonia, mon amour (2005), escrito junto a Joaquín Juan Penalva.


   "El cine suspende la cotidianidad", afirma Luis Bagué, lanzando el primer disparo de verdad poética. De este modo comenzábamos la primera parte de la charla, titulada "Última sesión", en el "Palacio del cinematógrafo", sentados en la fila 13, esperando, de la mano del magistral Pablo García Baena. Percibimos entonces cómo la poesía permite que se fusionen dos planos aparentemente irreconciliables, e incluso lleguen a confundirse: lo que sucede dentro y fuera de la pantalla, disminuyendo la barrera entre el poeta/espectador y el personaje/actor.


   También asistimos a la desaparición de algunos cines, sumiéndonos en el recuerdo de poetas como Felipe Benítez Reyes, Karmelo C. Iribarren o Virginia Cantó. Junto a su poesía, descubrimos que un poema puede escribirse sin llegar a evocar a ninguna película, actor o personaje concreto, sino que es el cine, en sí mismo, un decorado sobre el que vamos depositando parte de nuestra propia vida. Para dar imágenes al relato poético visualizamos películas míticas como Cinema Paradiso, Extraños en el paraíso o Annie Hall. Vemos besos de película, cines que cierran y que, a su vez, encierran las historias de aquellos que aman el cine y que alguna vez dejaron parte de propia historia de amor en una sala de cine.


   Las "Mitomanías" son las siguientes protagonistas, en torno a la poesía de Luis Alberto de Cuenca, Jorge Riechmann, Almudena Guzmán o Carlos Pardo. Con ellos, exploramos sonetos dedicados a Star Wars, rompimos los estereotipos junto a las manos de Susan Sarandon, nos lanzamos de cabeza a la piscina con Esther Williams o sumamos unos cuantos años de sabiduría con Terence Stamp. El visionado de algunos fragmentos de las películas a las que aluden nuestros poemas protagonistas –o su reflejo cinematográfico, aunque no se basen en ellas– va entrelazándose con la poesía.

   La música también tiene su hueco en la tercera parte de la sesión, titulada "Serie B", con La Unión y su "Hombre lobo en París". En la voz de Luis se inicia el desfile de balas de plata, Drácula, paisajes oníricos y tenebrosos, cazadores que buscan su presa y canciones de ultratumba. Todos ellos son los versos de Javier Egea, Raquel Llanseros, Jenaro Talens o Ana Merino. Lejos de mostrar poemas asépticos y alejados del sentimiento, nos situamos ante palabras que logran conectar con nuestros rincones más escondidos y silenciados, y que nos permiten exorcizar el miedo o el amor más allá de la muerte, e incluso, iluminar esa parte más oscura de nosotros mismos.


   A continuación, con la presencia de la Vicedecana de Cultura, Orientación y Estudiantes, Milagros León Vegas, que felicitó al equipo de organización de las Jornadas y puso de relieve el logro de haber alcanzado estas siete ediciones, procedimos a la entrega de los premios de nuestro I Certamen de Poesía sobre Cine, que ha tenido muy buena acogida y ha contado con tres galardonados: un segundo accésit ha sido para "En cartelera", de Alejandra Fernández Aranda; un primer accésit para "La cita", de María del Rocío León Padial; y como ganador "La escena imposible", de Pedro Jesús Plaza González.


   Como conclusión de la jornada de hoy, podemos recordar uno de los versos del propio Luis Bagué, perteneciente a su libro Página en construcción, donde afirma: "Mi oficio es la mirada,/ pasar a limpio el mundo/ y ordenar los fragmentos del paisaje". Gracias a esa mirada hemos conseguido crear un puente entre la poesía y la imagen cinematográfica, pasando a limpio un mundo caótico y borroso que parece adquirir mayor nitidez ante la pantalla o la página en blanco, o ante la escucha expectante de todos los que hemos estado presentes, un día más, en el Aula de Grados María Zambrano.

                                                                                                                               Crónica por Kris León
Organizan:



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