domingo, 12 de mayo de 2013

Reseña del libro "Sombras" de Lafcadio Hearn

Os dejamos la reseña del libro de Lafcadio Hearn Sombras confeccionada por Francisca Castillo, doctoranda y colaboradora habitual del blog y las Jornadas. 

 L. Hearn: Sombras, Satori, Gijón 2011, 211 págs.  


 
Un libro inclasificable, mágico. Una visión nostálgica y romántica del Japón feudal. Un canto de amor del apátrida a la tierra de acogida. Un romancero. Un ensayo etnográfico. Una deuda con la filosofía de Platón y Confucio. El rescate de un pecio sumergido en los fondos del imaginario colectivo. Una meditación extática sobre la belleza de lo pequeño. Una oda al cosmos. Una esperanza en el renacer del hombre, esencia divina y huella de todas sus vidas anteriores. Un diálogo urdido con la trama del hilo de los sueños. Eso, y mucho más, es la miscelánea Sombras, de Lafcadio Hearn.
Cuatro de abril de 1890. Un reportero del Harper’s Magazine llega al puerto de Yokohama. Honshu se desvela, como flor de loto, ante sus ojos. El viajero presiente, entre los pilares de los modernos edificios, las sombras de un pasado remoto que afloran en cada mirada, en cada sonrisa. La joven isla, como virgen pródiga, está dispuesta a desvelarle sus misterios. Un intercambio fértil entre dos universos comienza a gestarse a resultas de este primer y apasionado encuentro: «Él [Hearn], como ningún otro, comprendió aspectos de Japón que los propios japoneses, en una época de confusión y cambio, habían olvidado y se los mostró a ellos y al mundo bajo una luz brillante, hermosa e impregnada de nostalgia» (pág. 10).
De  una  manera  rigurosa,  pero  sin  afanes  científicos  (tan  propios,  empero,  del positivismo de la era victoriana), Hearn nos sumerge, como por  encantamiento, en un tiempo  estático,  detenido  justo  en  la  época  de  la  corte  imperial  de  Edo,  durante  la dinastía Sho. Por las calles pasean carruajes de lindas doncellas tocadas  con polvo de arroz; los samuráis presentan sus respetos al emperador; los labradores siegan el sorgo; las geishas  deleitan  a  su  auditorio  con  las  melodías  de  sus  cítaras;  los  niños  corren  y juegan; los monjes rezan bajo el tañido de la campana; los ancianos toman el sol; los estudiantes componen  versos  de  hokku...  Es  la  vida,  que  renace  a  cada  instante, marcando  con  las pausas  rítmicas  de  la  naturaleza  la  inconsistencia  efímera  de  su tránsito. 
Desarrolla Hearn una visión polifónica y asombrada de Japón en tres capítulos, a modo de estancias decoradas con diminutos cuadros costumbristas que no desean ser pintorescos, ni tampoco estrafalarios. La primera de estas estancias se denomina “Historias de libros extraños”, y recoge seis leyendas del folklore tradicional nipón.
Conserva la pluma del compilador el encanto y la simplicidad de unos argumentos en los que la frontera entre lo maravilloso y lo terrorífico es peligrosamente tenue: pálidas presencias  fantasmales  que  esperan el regreso del esposo a la alcoba  abandonada, amores  imposibles  que desafían a las leyes físicas, maldiciones de ultratumba que encuentran alivio en las solidaridades de la comunidad primitiva. Estas historias reflejan una sociedad de anquilosada estructura, en la que la costumbre inveterada se formaliza hasta convertirse en rito. Una  sociedad cuyo tejido conjuntivo amenazan legiones de íncubos del más allá, y cuya memoria popular acabaría tejiendo, como defensa, la más extraordinaria red de relaciones entre vivos y muertos, entre muertos y vivos, que imaginarse pueda. 
Llena Hearn la segunda estancia (que bautiza como «Estudios  japoneses») de reflexiones de todo tipo: explicaciones entomológicas, ensayos protoestadísticos sobre nombres propios de la mujer japonesa, ancestrales  canciones. Con  sus cavilaciones ilustradas en torno al semi (cigarra  autóctona) demuestra que esta estructura social cerrada e inmovilista, en la que sólo se puede progresar mediante un matrimonio ventajoso o el favor de los dioses es proclive, sin embargo, a la regeneración. La existencia humana es frágil («Mi vida es como la gota de rocío que perece antes de la puesta de sol», hará decir Hearn a uno de sus personajes); sí, pero sólo contemplada como acontecimiento individual; en su dimensión telúrica, no es más que la etapa del devenir cíclico ˗nacimiento, resurrección y muerte˗ anunciado por el semi con el cambio de  las  estaciones. La ética del esforzado animalillo, su  vida noble, pura y limpia, son otros tantos valores que el oriental aprecia, pero su estética es un trasunto de la querencia japonesa por lo fantástico: «El mundo de los insectos es también un mundo de duendes y hadas: criaturas con órganos cuyo uso no podemos determinar y sentidos cuya naturaleza no acertamos a imaginar; criaturas con miles de ojos situados al final de sus trompas o antenas; criaturas con oídos en el abdomen o en las patas o con cerebro en el vientre» (pág. 61). Es el Japón rural  y dulce que late aún bajo el asfalto de la gran ciudad. Aísla la estancia un tsuitate (mampara) ornado con trazos anchos de caligrafía donde pueden leerse los yobina o nombres de mujer. Contenida en la tinta está el alma del escriba. “Mujer” puede ser lo mismo que “montaña”, “flor de ciruelo”, o “bahía”; una cualidad moral expresa el apelativo, o bien el deseo paterno de atraer la suerte a su progenie. Porque la hermosura de la nipona nace de su interior, rebasa la apariencia; la bondad se convierte en trascendente y el espíritu, en íntima conexión con el sei o sino marcado  por  los  astros,  gana  en  la  batalla  al  cuerpo  femenino  en  que  habita.  En  el perchero de la estancia cuelga el kimono que el alumno predilecto ha regalado a Hearn por Año Nuevo; también sobre su tela alguien ha escrito: «Al examinarlo de cerca, las salpicaduras negras resultan ser caracteres chinos y japoneses, la trama de papel se ha hecho empleando un antiguo manuscrito de poemas que ha sido hábilmente enroscado en el hilo, de modo que la superficie escrita quede a la vista»; quien lo luzca quedará «literalmente  envuelto  en  poesía,  al  igual  que  una  divinidad  se  envuelve  con  el  sol» (pág. 135). El movimiento interno de la danza inspirada por la música recuerda el ritmo lento de los planetas o a la mariposa que se libera de su crisálida: metamorfosis lírica del dolor:
 
                                              « ¡Oh, flor, si tienes alma, escúchame!
                                                     ¿Por qué cuando alguien llora
                                                             como hago yo ahora
                                                      osas tú florecer?» (pág. 146)

La tercera estancia lleva por nombre “Fantasías”, y reúne una serie de relatos abisales, nocturnos, fruto de una conversación del autor con su yo dormido, que al despertar conquista la memoria protozoica trasmitida en los genes por nuestros antepasados, en el principio de los tiempos, cuando toda carne era luz proveniente del sol. El universo se contiene en una gota de rocío, en el corazón del niño que, antes de enamorarse por primera vez, sueña con volar o que, aterrado, se sobrecoge ante la arquitectura preternatural: «Y, curiosamente, era la vida quien protagonizaba este siniestro y resplandeciente espectáculo, una vida infinitesimal de fantasmal delicadeza; una vida ilimitada pero efímera que ora ardía, ora se extinguía en incesante alternancia sobre la extensa superficie del agua hasta alcanzar el horizonte, por encima del cual se abría el vasto abismo en el que centelleaban incontables estrellas de colores espectaculares» (pág.173). 
Sombras es, sin duda, una obra curiosa, una rareza bibliográfica, mezcla de tradiciones y puente entre dos mundos contrapuestos pero no incompatibles. El esfuerzo erudito de Hearn se plasma en cada uno de sus apuntes, en cada una de sus notas. Pero hablan en él más los silencios que las palabras, porque se enmarcan en un ritmo donde hasta las ausencias son significativas. Arte de la cadencia del cosmos. 

F. Castillo Martín 

sábado, 27 de abril de 2013

Clausura de las IV Jornadas

Todo acaba y se cierra como un círculo. El jueves fue nuestro último día y clausuramos las IV Jornadas de Literatura y Cine con un plantel de lujo.

Julio Ángel Olivares y Jesús Palacios presentaron un film de terror de culto: Ringu (1998) de Hideo Nakata, basado en la novela homónima de Kôji Suzuki. "Desde el primer momento supimos que nos encontrábamos ante algo distinto", contó el escritor y crítico de cine Jesús Palacios, que intuyó desde los primeros minutos de la película nipona una nueva forma de hacer cine, inteligente e inquietante, fresca y fundacional de toda una ristra posterior de títulos y rentables remakes que le siguieron: La maldición, Dark Water, Ringu 2, The Ring...

Julio Ángel Olivares, autor del monográfico The Ring. Una mirada al abismo, confesó que cincuenta visionados son pocos para delimitar una cinta repleta de entramados conceptuales irresolubles y cargada de símbolos pensados con mimosa estrategia y sutil disposición. Planteó, fruto de su mesurada meditación, diversas claves que invitaban a la reflexión, pero que ni mucho menos la cerraban: la búsqueda de las raíces de una sociedad insular, la soledad posmoderna en las ciudades tardocapitalistas o los guiños a la cultura occidental.

El público participó activamente en el coloquio posterior. Fueron muchas las claves y variadas las lecturas de las intervenciones. Muchas coincidieron con la vuelta de tuerca tras el descubrimiento del esqueleto de Sadako en la profundidad del pozo. Tras el sosiego que el espectador experimenta, poco a poco se abre una brecha por la que vuelve a colarse la inquietud y el terror a lo desconocido. El círculo no se ha cerrado: la ecuación no es un problema lógico del mundo contingente. El círculo no es una idea perfecta que pueda trazarse con escuadra y cartabón. El círculo es una piedra lanzada a un lago cuyas ondas se extienden en infinita inquietud hacia lo ignoto.

Por nuestra parte cerramos el círculo este año, agradeciendo encarecidamente a aquellos que nos siguen y que disfrutan junto a nosotros, ese público incondicional sin el que todo esto apenas tendría sentido.

Agradecer como siempre a lo ponentes por ser tan accesibles e inocularnos su "malsano" amor por el cine: a Jesús Palacios y su envidiable cinefagia y cercanía; a Julio Ángel Olivares y su romántica óptica para descomponer la literatura sajona y el cine; a Marta García y su japofilia; y a Francisca Castillo y su inconmensurable capacidad imaginativa.

No podemos olvidar tampoco a todos los colaboradores de estas jornadas (y aquellos de otros años que hubiesen querido estar pero que las circunstancias les han sido adversas): Rafael Herrera, Gabriela Anabella, Silvia Gutiérrez, Pedro Polo, Noelia Rosa y María José Moreno.

Esperamos de corazón volveros a encontrar en las próximas Jornadas.

                                               Rafael Malpartida, Jesús Palacios y Julio Ángel Olivares

                                                                  Auditorio María Zambrano

                                                             Jesús Palacios y Julio Ángel Olivares

miércoles, 24 de abril de 2013

Ringu

'Ringu' (Hideo Nakata, 1998) , más conocida como 'The Ring', completa nuestra propuesta de adaptaciones cinematográficas de esta IV edición de las Jornadas de Literatura y Cine de la UMA. Si con 'La mujer en la nieve' nos trasladamos al japón clásico con este filme inspirado en la novela homónima de Koji Suzuki (podéis ver una entrevista aquí) nos acercaremos al más modero cine nipón. Dos hitos que permiten una comparativa más que interesante.



Sinopsis: En una pequeña y apacible localidad japonesa, entre los estudiantes circula una leyenda en torno a unos videos malditos cuya visión provoca la muerte. Tras la muerte de su sobrina, una periodista investigará el origen de dichos videos. (FILMAFFINITY)




Crítica

"El estallido que el cine oriental de terror ha vivido en los últimos años debe mucho a Hideo Nakata y aún más a esta obra, una de las más inquietantes de los últimos años. Un absorbente drama terrorífico (...) Sin apenas estridencias, bajo las gélidas imágenes de "The Ring" late el más profundo y vertiginoso horror." Miguel Ángel Palomo: Diario El País


La conferencia tendrá lugar el 25 de abril a las 17h en el Aula de Grados María Zambrano. Para la charla sobre la adaptación en cuestión contaremos con Jesús Palacios (escritor y crítico cinematográfico) y Julio Olivares (Profesor de la UJA). Os esperamos

Resumen de la primera conferencia de las IV Jornadas

Por fin comenzaron las IV Jornadas de Literatura y Cine de la UMA, este año dedicadas al cine fantástico japonés. Rafael Malpartida, coordinador de las Jornadas junto a Manuel España, inauguró esta cuarta edición y presentó a las dos ponentes de la Universidad de Málaga. Para esta primera conferencia nuestras queridas Francisca Castillo y Marta García nos introdujeron en un viaje iniciatico a 'la tierra del sol naciente' con música tradicional japonesa de fondo.



En esta ocasión, Marta García hizo un recorrido por la cultura e historia tradicional nipona haciendo breves calas en códigos culturales del país tan arraigados como el honor, la lealtad o el sacrificio. También nos dio algunas claves sobre el cuento de Lafcadio Hearn en que se basa la película, el género fantástico y algunos datos interesantes sobre el autor. Por otra parte, Francisca Castillo equilibró la balanza y completó la charla desvelando los entresijos de la adaptación así como datos relevantes acerca del uso del color y la fotografía del filme de Kobayashi: los escenarios exteriores parecen fondos pictóricos.


[Rafael Malpartida, Marta García, Francisca Castillo]
                                          

Una vez terminada las intervenciones se procedió a la lectura del cuento 'Yuki-On’na' y acto seguido comenzó la proyección del segundo capítulo de Kwaidan 'La mujer en la nieve'. Después se abrió un turno de preguntas donde los asistentes expusieron dudas y opiniones. A algunas de estas pregutas se contestó con aportaciones tan interesantes como la de Rafael Malpartida quien apuntó el erotismo camuflado en el recorrido de la mirada del protagonista (recorrido guiado en un primer plano de la pierna de Yuki) empezando por la pantorilla y descendiendo suavemente al tobillo y al pie.

  
[Rafael Malpartida, Marta García]

[Marta García, Francisca Castillo]


Agradecemos a los asistentes sus aportaciones siempre interesantes y esperamos que esta primera incursión en el cine y la literatura fantástica japonesa hayan provocado cierta curiosidad y vuelvan el próximo jueves a por la segunda ración. Agradecer también a nuestras ponentes la dedicación con que se han volcado no solo con sus intervenciones sino también con la ambientación (música tradiconal japonesa, caracterización, objetos, libros, flores) que nos ayudaron a abrir nuestros sentidos.


[Aula de Grados María Zambrano]

[Ambientación nipona]

jueves, 18 de abril de 2013

Entrevista a Koji Suzuki


Aquí os dejamos una entrevista a Koji Suzuki, autor de la novela que dio origen a Ringu, incluida en JapanReview (25 de abril de 2003) y traducida ahora al español por Gabriela Anabella Costache[1]:

Koji Suzuki

Suzuki Koji, autor de bestsellers, es a menudo llamado “el Stephen King japonés”. Después de graduarse en la Universidad Keio, realizó una serie de trabajos, incluyendo el de una escuela privada, donde contaba cuentos de miedo para entretener a sus estudiantes. Mientras cuidaba de sus dos hijas cuando su esposa trabajaba, empezó a escribir.    
En 1990, ganó el Premio Novela Fantástica con Rakuen [Paraíso]. En 1991, publicó la novela Ring, que fue convertida en un largometraje de éxito. En 1996, con Rasen (Espiral), la continuación de Ring, ganó el Premio Yoshikawa Eiji Nuevo Talento. La serie Ring incluyó otras dos  partes, Loop y Birthday. En 2002, Dreamworks SKG rehízo Ring para la audiencia americana. Su más reciente libro, Kami kami no Promenade (El paseo de los dioses), fue publicado en abril de 2003. Ring es la primera de sus novelas que se tradujo al inglés.
Suzuki también ha tratado ampliamente el tema de la paternidad en Japón, criticando a los tradicionales padres asalariados y ausentes. Ha escrito una serie de libros sobre este tema (Fusei no Tanjo, Kazoku no Kizuna  y  Papa-ism) y lo ha debatido en la Dieta de Japón. Tradujo al japonés el libro para niños de Simon Brett, Little Sod Diaries, pero también escribió su propio libro infantil, Namida [Lágrimas]. Además de escribir y traducir, es un ávido motociclista y un navegante experto. 
De nacionalidad japonesa, el señor Suzuki reside en Tokio. Habla el inglés con fluidez.

Entrevista: 25 de abril de 2003

La historia principal de Ring (sin duda el más famoso de sus trabajos gracias a ambas versiones cinematográficas, la japonesa y la de Dreamworks SKG, es sobre una cinta de vídeo de imágenes inquietantes que misteriosamente mata en exactamente una semana a las personas que la ven. ¿Cómo surgió esta historia?
Cuando empecé a escribir esta novela, no tenía una idea específica en la mente. Fue más o menos una inspiración que literalmente me ordenó escribirla. No supe de antemano sobre qué sería la historia y tampoco supe a dónde iría con esta novela.
De alguna manera fue como componer música. Estaba escuchando una historia contada en mi cabeza y la anoté. Fue más o menos como en el caso de Mozart, de quien se dijo que las sinfonías y conciertos circulaban por su mente, y Mozart escribió las notas. Pero Mozart no supo de dónde venía la música. Tampoco lo supe yo. Simplemente surgió.  
Bueno, eso es bastante misterioso… Este libro, Ring, parece tocar muchos temas: misantropía, hermafroditismo, cuestiones de género, enfermedades, los medios de comunicación, la moralidad, el utilitarismo, por nombrar solo algunos. ¿Cuáles crees que serían los temas e ideas más significativos en Ring?
Cuando escribía esta novela estaba cuidando de mis dos hijas. Escribí esta novela hace catorce años, en 1989. En esos tiempos mi hija mayor tenía solo dos años y mi esposa era profesora de historia japonesa en Secundaria. Así que estaba cuidando de mis hijas en lugar de mi esposa.  
Lo cual es poco común en Japón…
De esta forma el tema de Ring es realmente sobre el amor que tengo a mis hijas. En mi libro, no hay una heroína, sino un héroe: Asakawa Kazuyuki. Es un padre. Tiene una hija y una esposa. Y como muchos hombres, su mayor miedo es perder a su esposa o hija.
Igual que yo. Mi mayor temor es perder a mis hijas o a mi mujer. Así que en mi novela, Asakawa, el protagonista, luchó por la vida de su esposa y la de su hija.
¿Qué alimenta, consciente o inconscientemente, tu trabajo? ¿Libros? ¿Cuentos populares? ¿TV? ¿Películas? ¿Stephen King o Edgar Allan Poe? ¿Religión? ¿Filosofía? ¿Qué te inspira? ¿O está todo sacado de tu psique?
Generalmente, mi escritura es producto de mis experiencias personales. Pero, para ser honesto, creo que estoy influenciado por lo que leo. En los días de universidad estudié literatura francesa. Y he leído mucha literatura americana, francesa y alemana.
La cosa es que no leo horror: no me gustan las novelas de horror. Llegué a leer a Stephen King, pero no demasiado. No veo la televisión y no veo películas de horror. Lo que más me influye son mis experiencias, sobre todo mis hijas.
Sin embargo, prefiero verme como un tipo duro, un macho man japonés [se ríe]. Puede que parezca japonés, pero simpatizo mucho con los arquetipos americanos de hombría. Me gusta el hombre de Hemingway y me gusta navegar; así que Hemingway es adecuado para mí. The Old Man and the Sea y todo eso…
¿Qué es “el mal”? Parece abusarse de esa palabra estos días… A diferencia de Stephen King y el western, cuyos temas generalmente focalizan sobre la idea de que viene de antiguo, un mal primigenio que simplemente existe, en Ring el mal es en gran parte creado por la voluntad humana (el odio visceral de Sadako hacia la humanidad). Citando al filósofo Jean-Paul Sartre, ¿está el infierno representado por “otras personas” para ti?
Creo en la consciencia humana. Sí.
No creo en el mal. Me considero un optimista. En consecuencia, no estoy muy interesado en el concepto de mal. Pero para una novela, es necesario tener el mal: debes tener tanto cosas buenas como malas para que una novela funcione. Me esfuerzo en escribir sobre las partes buenas de las experiencias humanas. Si no hay oscuridad, no hay contraste, y no acentúa lo que intentas mostrar. Oscuridad y luz.
Personalmente, ¿crees en el infierno, demonios y fantasmas?
No. No creo en diablos, demonios o el mal.
Es habitual que lo imaginado en los libros no encuentre parangón en lo mostrado en la pantalla de cine, por muy buena que sea la película. El libro es un medio que te permite crear un mundo de terror privado y amoldado, mientras que una adaptación cinematográfica depende de convenciones más genéricas/universales del miedo. ¿Qué opinas sobre las dos adaptaciones cinematográficas hechas sobre tu libro?
Las novelas son diferentes de las películas: sé eso. Cuando los lectores leen una novela hay un amortiguador entre la palabra escrita y el texto. Si una persona lee una línea de texto, su instinto, su imaginación, sus circunstancias moldean la imagen del héroe o la heroína en su mente. Esta es la naturaleza de la novela.
Pero las películas representan una experiencia directa. Las películas van directamente a los ojos y al oído, de forma que la imaginación no es necesaria. Penetra directamente en la cabeza.
Sé que existe esta diferencia entre las novelas y las películas. Las novelas requieren imaginación.
¿Pero qué opinas sobre las adaptaciones?
Pues creo que soy muy afortunado. El original japonés Ringu y la hollywoodiense Ring son muy buenas. Y soy afortunado de ser su autor. Si no pensase así, sería desafortunado. El Ring hollywoodiense  es una película muy buena… pero la novela es muy diferente.
Ring parece ser un homenaje a la meticulosa labor de detective que desató un paisaje mental perturbador. La película japonesa parece depender de la intuición de Asako y su conexión con fenómenos psíquicos. ¿Acaso fue eso un atajo para llegar a la conclusión en la película? ¿Consideras que eso debilitó las ideas de tu libro?
Creo que representa un atajo­ (una película dura solo dos horas). Es imposible llevarlo todo a la película. Si tuviesen diez o doce horas, tal vez sería posible.
¿Por qué crees que el sexo del protagonista fue cambiado de hombre a mujer en ambas películas? Asakawa Kazuyuki, el reportero, fue cambiado a Asakawa Rieko. Parece que generalmente las películas de horror/gore (por lo menos las de Hollywood) tienen protagonistas femeninas. Por ejemplo, Jamie Lee Curtis en la serie Halloween, o Neve Campbell en Scream. ¿Ha sido tu opción?
En la película original Ring quise que el director utilizara mi distribución. Un hombre, Asakawa, Asakawa Kazuyuki. Quise escribir una “historia de padres”, un padre que protege a su adorable hija. Pero eso no es habitual en Japón porque el instinto de proteger a una hija es considerado más bien maternal, la tarea de la madre. Así que en la versión japonesa la heroína es una mujer, Asakawa Reiko.
Pero no creo que sea así como tiene que ser. Quise escribir un nuevo tipo de novela porque yo era un nuevo tipo de padre para Japón por la manera en la que cuidé de mis hijas. Y creo que es muy importante que un novelista escriba sobre sus propias experiencias.
Quise que la versión americana tuviera un héroe masculino, y no femenino. Creo que las figuras paternas americanas son tan fuertes que una participación masculina no hubiera sido irrazonable. Por ejemplo, Arnold Schwarzenegger en Commando [se ríe]. Su única meta era luchar por su hija.
Uno de los aspectos más conmovedores del libro es la exploración de la amistad masculina y la lealtad entre Asakawa y Takayama Ryuji. ¿Fue inspirado por una amistad real?
Yo…Hummm…Sé que voy diciendo que es importante que un escritor dibuje sus propias experiencias. He conformado dos caracteres, uno es Asakawa y el otro Takayama Ryuji. Realmente son dos aspectos de mi propio carácter.
¿Escisión en dos?
Asakawa es común y tiene una visión muy seria de la vida. Takayama Ryuji es muy fuerte, pero bastante peculiar. Yo mismo tengo estas dos facetas. He separado mi propio carácter para que estas dos personas tan diferentes nacieran.
¿Existe el género del horror “japonés”? ¿Tiene el horror un atractivo universal? ¿Crees que lo que asusta a la gente está fundamentado culturalmente?
Creo que es necesario que los seres humanos sean sensibles al miedo. Es un instinto imprescindible para la existencia. Si no hay sentido del terror o del miedo, no vivirás mucho. Es un instinto original. Por ejemplo, si un ratón no tiene el sentido del miedo, no vivirá. Si el peligro se asoma y no sabe correr, morirá.
¿Estuviste contento con la versión americana que Dreamworks hizo de la película Ring? ¿Participaste activamente en su “traducción” para la audiencia americana?
Me gusta la versión hollywoodiense de Ring. Leí los guiones e hice algunos comentarios después de leerlos. Primero: sin sangre. Sin salpicar. Sin acuchilladas. No me gusta la sangre porque mata la necesidad de imaginación. Segundo: tiene que captar plenamente los sucesos horribles mediante una incorporación plena de la imaginación de los espectadores.
Por qué la demora en la traducción de Ring (el libro fue publicado en 1991); han pasado más de once años. ¿Cómo escogiste a tu traductor?
Lo escribí hace muchos, muchos años. Muchas novelas americanas son importadas a Japón. Solo algunas novelas japonesas van a América; pocas se traducen al inglés. Siento que soy afortunado: si hace falta una demora de once años, que la haya.
Pareces un hombre muy versátil: eres escritor, traductor, experto en el cuidado de niños, navegador experto, aventurero, padre devoto. ¿Quién eres? ¿Eres todas estas cosas?
 Creo que soy Koji Suzuki.
¿En qué estás trabajando ahora?
Tengo un nuevo libro (Kamikami no Promonade) que hoy ha sido sacado a la venta. La historia es sobre cultos, como Aum Shinrikyo. Es un enigma sobre las mujeres, y creo que los lectores ganarán energía al leerlo.
¿Qué estás leyendo en este momento? ¿Qué te gusta leer?
Estoy interesado en cualquier tema. Me gusta leer literatura francesa y americana, así como literatura internacional de calidad. Actualmente me interesa la ciencia. Estoy leyendo sobre el ADN así como libros sobre la relatividad y la teoría cuántica. Intento leer buena literatura, ciencia e historia todos los días.
¿Qué consideras que debe leerse de la ficción japonesa?
[pausas] Hummm. ¿No de la ficción americana?
Ficción japonesa. Literatura japonesa.
[Pausas] Creo que la literatura americana tiene su propia lógica especial. Mientras que la literatura japonesa existe en un mundo reducido. No tiene una lógica externa.
Las novelas japonesas, desde mi punto de vista, están muy ceñidas. Los japoneses leen novelas japonesas y creen que son interesantes. La gente de otros países, creo, no las hallarían para nada interesantes. La literatura japonesa no tiene un atractivo global y tampoco cumple con los estándares globales.
La novela shishosetsu, la personal [novela “yo”], es una forma de la novela japonesa. Si los americanos leyeran una novela personal, no creo que la encontraran interesante porque es muy limitada. No tiene una mirada global.
¿Has visto alguna vez una película de Kurosawa? Creo que Kurosawa tiene ese tipo de lógica y una perspectiva global. Gente de todo el mundo considera interesantes sus películas. Me gustaría ser un Kurosawa. Quiero que personas de todo el mundo saquen algún provecho al leer mis libros, bien para sentirse más felices o simplemente para entretenerse durante algunas horas.


[1] Hemos corregido erratas evidentes como Stephen King por Steven King (reiterada), entre otras.