sábado, 27 de abril de 2013

Clausura de las IV Jornadas

Todo acaba y se cierra como un círculo. El jueves fue nuestro último día y clausuramos las IV Jornadas de Literatura y Cine con un plantel de lujo.

Julio Ángel Olivares y Jesús Palacios presentaron un film de terror de culto: Ringu (1998) de Hideo Nakata, basado en la novela homónima de Kôji Suzuki. "Desde el primer momento supimos que nos encontrábamos ante algo distinto", contó el escritor y crítico de cine Jesús Palacios, que intuyó desde los primeros minutos de la película nipona una nueva forma de hacer cine, inteligente e inquietante, fresca y fundacional de toda una ristra posterior de títulos y rentables remakes que le siguieron: La maldición, Dark Water, Ringu 2, The Ring...

Julio Ángel Olivares, autor del monográfico The Ring. Una mirada al abismo, confesó que cincuenta visionados son pocos para delimitar una cinta repleta de entramados conceptuales irresolubles y cargada de símbolos pensados con mimosa estrategia y sutil disposición. Planteó, fruto de su mesurada meditación, diversas claves que invitaban a la reflexión, pero que ni mucho menos la cerraban: la búsqueda de las raíces de una sociedad insular, la soledad posmoderna en las ciudades tardocapitalistas o los guiños a la cultura occidental.

El público participó activamente en el coloquio posterior. Fueron muchas las claves y variadas las lecturas de las intervenciones. Muchas coincidieron con la vuelta de tuerca tras el descubrimiento del esqueleto de Sadako en la profundidad del pozo. Tras el sosiego que el espectador experimenta, poco a poco se abre una brecha por la que vuelve a colarse la inquietud y el terror a lo desconocido. El círculo no se ha cerrado: la ecuación no es un problema lógico del mundo contingente. El círculo no es una idea perfecta que pueda trazarse con escuadra y cartabón. El círculo es una piedra lanzada a un lago cuyas ondas se extienden en infinita inquietud hacia lo ignoto.

Por nuestra parte cerramos el círculo este año, agradeciendo encarecidamente a aquellos que nos siguen y que disfrutan junto a nosotros, ese público incondicional sin el que todo esto apenas tendría sentido.

Agradecer como siempre a lo ponentes por ser tan accesibles e inocularnos su "malsano" amor por el cine: a Jesús Palacios y su envidiable cinefagia y cercanía; a Julio Ángel Olivares y su romántica óptica para descomponer la literatura sajona y el cine; a Marta García y su japofilia; y a Francisca Castillo y su inconmensurable capacidad imaginativa.

No podemos olvidar tampoco a todos los colaboradores de estas jornadas (y aquellos de otros años que hubiesen querido estar pero que las circunstancias les han sido adversas): Rafael Herrera, Gabriela Anabella, Silvia Gutiérrez, Pedro Polo, Noelia Rosa y María José Moreno.

Esperamos de corazón volveros a encontrar en las próximas Jornadas.

                                               Rafael Malpartida, Jesús Palacios y Julio Ángel Olivares

                                                                  Auditorio María Zambrano

                                                             Jesús Palacios y Julio Ángel Olivares

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